La FDA prohíbe la venta de N-acetilcisteína (NAC) en Amazon.

  • La Administración de Alimentos y Medicamento de Estados Unidos decidió tomar medidas enérgicas contra la N-acetilcisteína (NAC) y afirma que no se puede considerar como un suplemento alimenticio. Como resultado, Amazon eliminó todos los productos que contienen suplementos con NAC
  • El grupo comercial de la industria de los suplementos, el Consejo para la Nutrición Responsable, desafía la posición de la FDA al calificarla como “legalmente inválida” e invita a sus miembros a seguir con las ventas de suplementos de NAC
  • Los suplementos de NAC se han vendido durante 57 años y la FDA nunca había tomado medidas contra ellos, hasta ahora, cuando 16 ensayos clínicos investigan su eficacia contra el COVID-19
  • La NAC es un precursor del glutatión reducido, que parece desempeñar un papel muy importante contra el COVID-19. Existe evidencia de que la deficiencia de glutatión podría empeorar la gravedad del COVID-19
  • La NAC inhibe la expresión de citoquinas proinflamatorias que pueden causar una tormenta de citoquinas, mejorar la respuesta de las células T, e inhibir la hipercoagulación que puede provocar un derrame cerebral o coágulos de sangre que afectan la capacidad de intercambiar oxígeno en los pulmones.

La N-acetilcisteína (NAC) es un precursor del glutatión reducido que parece desempeñar un papel muy importante contra el COVID-19. De acuerdo con un análisis de la literatura médica de abril de 2020, la deficiencia de glutatión podría estar relacionada con las complicaciones del COVID- 19, lo que llevó al autor a concluir que la NAC podría ayudar tanto a prevenir como a tratar esta enfermedad.

 

Durante años, la NAC se ha utilizado como remedio para controlar las intoxicaciones por envenenamiento con acetaminofén, ya que evita el daño hepático al neutralizar los efectos tóxicos del medicamento y al recargar el glutatión. Pero la idea de que la NAC también puede ser beneficiosa contra las infecciones virales no es una novedad. Estudios previos descubrieron que reduce la reproducción viral de ciertos virus, incluyendo del virus de la influenza.

En uno de esos estudios, el número necesario de pacientes a tratar (NNT, por sus siglas en inglés) fue 0.5, lo que significa que por cada dos personas tratadas con NAC, una estará protegida contra la influenza sintomática. Eso es mejor que las vacunas contra la influenza, que tienen un número necesario para vacunar (NNV, por sus siglas en ingles) de 71, lo que significa que 71 personas deben vacunarse para prevenir un solo caso de influenza. Es incluso mejor que la vitamina D, que tiene un NNT de 33.

El tratamiento a tiempo es esencial

El Dr. Roger Seheult, es un neumólogo que ha tratado a pacientes con COVID-19 desde el comienzo de la pandemia en el 2020 y que ha utilizado estrategias que pueden reducir su necesidad de requerir hospitalización en caso de que contraiga esta infección.

Entre esas estrategias se encuentra la NAC, que solía estar disponible sin receta y en línea. De manera inquietante, a medida que sale más información sobre la eficacia de la NAC, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos toma medidas drásticas contra la venta de NAC.

Desde el comienzo de esta pandemia, las autoridades sanitarias mundiales y nacionales han hecho todo lo posible en un intento por desalentar y evitar que las personas accedan a cualquier tratamiento que compita con la vacuna contra el COVID-19. Este parece ser otro intento de evitar que los pacientes se ayuden a sí mismos y aumentar el riesgo de que las infecciones progresen a casos más graves.

Si presenta síntomas de COVID-19, el tratamiento a tiempo es muy importante. No solo puede reducir el tiempo que está enfermo, si no también minimizará su riesgo de sufrir secuelas. El siguiente es un resumen de las estrategias de tratamiento que Seheult analiza:

  • Vigile su estado de saturación de oxígeno con un oxímetro de pulso. Si su saturación de oxígeno cae por debajo del 94% en reposo, debe buscar tratamiento médico. Por debajo del 90 % es hipóxico y necesita oxígeno adicional.
  • Consuma vitaminas y otros suplementos que estimulen el sistema inmunológico, incluyendo las vitaminas C y D, quercetina, zinc y NAC, o medicamentos como los anticuerpos monoclonales.
  • Utilice estrategias que estimulen el sistema inmunológico, como dormir bien (puede consumir melatonina si no duerme bien) y elevar la temperatura corporal con un baño caliente o sauna.
  • Evite la propagación en el hogar a través de la ventilación, filtración de aire y aislamiento.

La NAC ha demostrado mejorar una variedad de problemas relacionados con los pulmones

Los estudios también demuestran que la NAC ayuda a mejorar una variedad de problemas relacionados con los pulmones, como la neumonía y el SDRA, que son efectos característicos del COVID-19. Por ejemplo:

En el 2018 se publicó una investigación que encontró que la NAC reduce el daño oxidativo e inflamatorio en pacientes con neumonía.
Otro estudio de 2018 encontró que la NAC también mejora la función pulmonar posoperatoria en pacientes que se someten a un trasplante de hígado.
Un metaanálisis de 2017 encontró una reducción significativa en las estadías en la UCI entre los pacientes con SDRA que se trataron con NAC (aunque no hubo una diferencia significativa en el riesgo de mortalidad a corto plazo).
Un estudio de 2007 concluyó que la NAC ayuda contra el SDRA al “aumentar las moléculas de glutatión intracelular y de tiol extracelular” junto con los efectos antioxidantes generales.
Un estudio de 1994 encontró que la NAC mejora la recuperación de una lesión pulmonar aguda, revierte el grado de la lesión pulmonar de los pacientes durante los primeros 10 días de tratamiento y disminuye la necesidad de ventilación. Después de tres días de tratamiento, solo el 17 % de los pacientes que recibieron NAC necesitaron ventilación, en comparación con el 48 % en el grupo placebo.
La NAC también es un mucolítico conocido que se utiliza para ayudar a eliminar la mucosidad de las vías respiratorias de los pacientes con fibrosis quística. Algunos estudios también sugieren que la NAC puede ayudar a reducir los síntomas de la EPOC y evitar que se agrave la enfermedad.

La NAC también protege contra los coágulos de sangre

Por último, la NAC también puede proteger contra la hipercoagulación que puede provocar un derrame cerebral o coágulos de sangre que afectan la capacidad de intercambiar oxígeno en los pulmones. Muchos pacientes con COVID-19 experimentan problemas graves de coágulos de sangre, y la NAC contrarresta la hipercoagulación, ya que tiene propiedades anticoagulantes e inhibidoras de plaquetas.

Un artículo del 2017 también encontró que la NAC tiene potentes efectos trombolíticos, lo que significa que deshace los coágulos de sangre una vez que se han formado. Esto se debe en gran parte al azufre en la NAC (de la cisteína). El azufre reduce los enlaces disulfuro intracadena por factores de von Willebrand que se han polimerizado al disociar los enlaces de azufre que los mantienen unidos, lo que contribuye con el coágulo.

Una vez que se rompen los enlaces de azufre del factor von Willebrand, los coágulos comienzan a deshacerse y los vasos sanguíneos se abren de nuevo, lo que permite el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. De acuerdo con los autores, “La NAC es una alternativa efectiva y segura a los agentes antitrombóticos en términos de restaurar la permeabilidad de los vasos después de la oclusión arterial”. (Restaurar la permeabilidad de los vasos significa que el vaso sanguíneo no estará obstruido para que la sangre pueda fluir de forma libre).

Dos artículos adicionales demuestran lo mismo. Es importante mencionar que a diferencia de la heparina, el mecanismo de acción de la NAC no parece incrementar los trastornos hemorrágicos, por lo que podría ser una alternativa más segura a la heparina que se utiliza en el protocolo MATH +.

Fuentes:

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